"El beso de despedida a la Guerra" fue tomada por Victor Jorgensen en Times Square el 14 de Agosto de 1945. En la fotografía se puede ver a un soldado de la marina norteamericana besando apasionadamente a una enfermera. Al contrario de lo que comúnmente se piensa, estos 2 personajes no eran pareja, sino que eran unos perfectos extraños que se habían encontrado allí.
Un beso... no es ese toqueteo de labios de un segundo, de un decibel, de un grado (en la escala del amor), que te doy al salir de casa.
Un beso… no es ese apretón frío, duro, el que sale así, rápido, producto de la premura, del "estoy apurado…"
Un beso… no es ese mirarte sin observarte, sin olerte, sin saborearte, sin sentirte.
Un beso, no es ese choque de pieles protocolar, rígido, castrense, carente de todo calor y emoción.
Un beso... no es ese golpe de labios que gesta una "aparente sonrisa", pero que duele terriblemente, en el corazón.
Un beso, no es ese carbón humeante, casi extinto, sino, todo lo contrario.
Un beso es instinto puro, es indispensable, es aire, es agua, es vida.
Un beso es el canto del alma, es el único y último momento: eres tú.
Un beso es llama y hoguera al mismo tiempo, es divinidad y pecado: es piel.
Un beso es tibieza de corazón, es sólo el tiempo presente, es el único recuerdo que me quiero quedar y llevar de este mundo.
Un beso es una invitación, más que una despedida, es un "aquí estoy", más que un "ya me voy".
Un beso es divina saliva, es sudor avernal, es poro abierto, es inicio y nunca fin.
Un beso es amarte sin tocarte, es un quererte sin poseerte, es nervio puro, es amar en carne viva.Un beso, un beso es un nombre: el tuyo, amor.J.P. Preciado